Qué es una fractura por compresión y por qué se produce
Una fractura por compresión en la columna vertebral se produce cuando uno de los huesos de la columna se aplasta y, al ser éste un elemento duro, se rompe. La osteoporosis, que es la pérdida de densidad ósea, es una de las causas más frecuentes de fragilidad ósea favoreciendo el desarrollo de fracturas por compresión. Aunque también hay otras causas, como el cáncer y sus tratamientos; el hipertiroidismo o el uso prolongado de corticoesteroides. Una vez se ha producido una fractura osteoporótica, es más fácil que se produzcan nuevas fracturas en otras vértebras y huesos, ya que la osteoporosis suele ser generalizada. Las fracturas por compresión suelen producirse, sobre todo, en las regiones torácica y lumbar.
Cuáles son sus síntomas
La osteoporosis no produce síntomas, pero cuando se produce una fractura aparece dolor en la zona central de la espalda; pudiendo referirse hacia el abdomen o las costillas. Además la espalda se va cifosando (encurvando), debido a la compresión y pérdida de altura vertebral subsiguiente. En casos poco frecuentes puede existir lesión neurológica con debilidad o incontinencia de esfínteres.
Cómo se diagnostica
Para diagnosticar una fractura vertebral se somete al paciente a una radiografía de la zona que se cree afectada; pudiendo en ocasiones hacerse una tomografía computerizada (TC) o una resonancia magnética (RMN). Si se cree que ésta es debida a una osteoporosis de base, se realizará una densitometría ósea para determinar la densidad de los huesos.
Cuál es su tratamiento
El tratamiento de este tipo de fractura se centra en la disminución del dolor, administrándose analgésicos; que permitan una movilidad temprana del paciente y evite la disminución de la masa ósea y limitación de movimiento posterior. Además se recomienda la inmovilización de la columna con una ortesis; que puede variar de dispositivos rígidos a corsés más flexibles y por tanto más cómodos. Una vez el dolor está controlado, se puede realizar una serie de ejercicios de rehabilitación que ayuden a fortalecer los músculos que rodean las vértebras.
Si la fractura es secundaria a una osteoporosis, es necesario tratar la falta de densidad ósea por medio de medicamentos que ayuden a prevenir la debilidad de los huesos.
En los casos en los que la vértebra se sigue hundiendo, o en los que el dolor no va remitiendo; se valorará la realización de una vertebroplastia o una cifoplastia, que consiste en la inyección de PMMA (cemento) en el cuerpo vertebral.
Aunque estos tratamientos mejoran la condición de la fractura; no pueden evitar que se produzcan nuevas fracturas en vértebras adyacentes.